EL NOMBRE MÁS PODEROSO

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Filipenses 2:9-10).
 
En Mateo 28:18, Jesús dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”. Nadie en toda la historia tuvo la audacia de hacer tal afirmación; solo Jesús. Él es el Salvador del mundo. Él es el Señor del cielo y de la tierra. Y ser el Señor del cielo y de la tierra significa que su Nombre tiene poder y es una autoridad que ha de ser respetada en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra.

En base a su señorío y autoridad, Jesús nos ha enviado a hacer discípulos de todas las naciones; predicando el evangelio con valentía y poder.
Jesús dijo así en Mateo 28:19: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones...”. Él nos comisionó con su autoridad soberana a hacer discípulos a todas las naciones.

La magnitud de la autoridad y la grandeza de su poder se exponen en el versículo de inicio. Todo le está sujeto a Él. El Padre y el Espíritu Santo responden al Nombre de Jesús. Colosenses 1:19 dice: “por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud”.

La iglesia necesita ser más decidida y valiente en su testimonio de Jesús. No estamos sirviendo a un mero líder religioso, sino a aquél que es el Señor de todos. Jesús tiene toda autoridad en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Por lo tanto, no te avergüences de tu identidad con Jesús, y testifica valientemente de Él.

Dios te ha dado su Espíritu para que more en ti, y te ha ungido con Él para que puedas servirle con valentía y anunciar el Evangelio con determinación. Donde hayas de orar o predicar, no te sientas intimidado ni avergonzado de hacerlo en el Nombre de Jesús. Él dijo : “Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos idiomas. Podrán tomar serpientes en las manos sin que nada les pase y, si beben algo venenoso, no les hará daño. Pondrán sus manos sobre los enfermos, y ellos sanarán”  Marcos 16:17-18

Proclama su Nombre valientemente, porque sabes quién es Él: Jesús es Señor de todos: “Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos” (Hechos 10:36).