CRISTO MORA EN TI


“El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”.  Juan 14:23

Jesús cumplió la promesa, y el día de Pentecostés el Espíritu Santo vino y llenó a los discípulos. Ahora que hemos nacido de nuevo, somos su morada viviente; pues Él mora en nosotros.

Esto era un misterio en el Antiguo Testamento; y los profetas y hasta los ángeles se maravillaban de que Dios pudiera morar en los corazones de los hombres.

Cuando Pablo dice *“Cristo en ti”*, se refiere *al carácter, a la belleza, a su amor, a su gozo, a toda la gloria, y al poder y la justicia de Dios, personificados en mi.*

Cristo mora en ti. Por la fe, Él ha hecho de tu corazón su morada; uniéndose a tu espíritu. Haz a un lado cualquier preocupación porque eres uno con el Omnipotente, aquel que ya venció. Grita fuerte: ¡Todo lo puedo porque Cristo mora en ti!

Su vida, su personalidad y todas las características de su gloria están ahora en mi. ¡Gloria a su Nombre por siempre!  

*DECLARACIÓN*
Bendito Señor, gracias por hacer de mi corazón tu morada.
Me has santificado, y me has constituido en tu tabernáculo viviente, siendo portador de tu mismísima vida – la mismísima sustancia de tu personalidad y todas las características de tu gloria – que residen en mi y se expresan a través de mí. ¡Esta es mi realidad! Te estoy eternamente agradecido.