SIRVIENDO AL REY DE REYES
“Pero él dijo: «¿Por qué todo este llanto? ¡Me parten el corazón! Yo estoy dispuesto no solo a ser encarcelado en Jerusalén, sino incluso a morir por el Señor Jesús».”
Hechos 21:13
¡Qué determinación! Pablo se negó a temer y afirmó su rostro - como Jesús - para ir a Jerusalén, aunque esto significara la muerte.
La Biblia dice de Jesús: “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén” (Lucas 9:51). Aquí, la expresión ‘afirmó’ es del griego “stērizō”, que significa “dirigirse resueltamente en una dirección”.
El rostro de Jesús expresaba su profunda determinación. Había tomado la decisión de ir a Jerusalén, aun sabiendo lo que le esperaba allí.
Así les diría a los discípulos: “Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado…” (Lucas 24:7). Pero Jesús estaba completamente decidido, y afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Los samaritanos le mostraron hostilidad porque percibían que se dirigía a Jerusalén y eso no les gustaba (Lucas 9:53). La Biblia dice que el aspecto de Jesús – su rostro - era como de ir a Jerusalén. ¿Por qué? Jesús se complacía en hacer la voluntad del Padre y el Padre se complacía en la obediencia de su hijo.
Aunque el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, la decisión de morir o no por el mundo dependía de Él (Jesús).
Pero Jesús estaba completamente resuelto a hacerlo. , ¡pase lo que pase! Jesús actuó con determinación para salvarte; así también has de actuar tú para servirle.
*Recordemos siempre que nuestra atención debe estar siempre puesta en traer el reino de los cielos a la tierra y nuestra determinación ha de ser tan firme, que se pueda observar en nuestro mismísimo rostro!*