¡NO TEMAS!



“…No temas ni desmayes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”. (Josue 1:9)

El mandato número uno de las Escrituras, que se repite con más frecuencia que cualquier otro: *No temas.*

El temor es la herramienta principal de los poderes de las tinieblas. El miedo paraliza y nos lleva a perder perdemos nuestro sentido del equilibrio, lo que distorsiona la forma en que caminamos. El miedo por lo general comienza con una mala idea a la que le dedicamos tiempo para considerar.

Hay una presencia maligna involucrada, que añade poder al miedo, de modo que a medida que estamos de acuerdo con ello, puede matar, robar y destruir. El miedo confunde.

Cuanto más escucho al miedo, más confusión tengo de lo que Dios prometió para mi vida. Si otorgo al temor el timón de mis desiciones me olvidaré de lo que Dios me enseñó, pierdo de vista las herramientas que Él me dio, y ya no anticipo el destino que Dios me prometió.

La fe y el amor son los dos absolutos que se espera que fluyan de la vida de un creyente. No podemos agradar a Dios sin la fe ya que ésta nos traslada a confiar plenamente en el amor de un Padre que aunque no lo veamos, sabemos que esta presente.

La fe nos conecta con el tema del poder, y el amor representa el tema del carácter. Tanto el poder como el carácter son necesarios para ser plenamente eficaces en esta vida para vencer el temor.

Nunca estuvieron destinados a estar separados. Son las dos piernas en que nos paramos. Estas son las dos caras de la misma moneda, así como el carácter siempre ha de ser el vehículo sobre el que anda el poder.

La fe y el amor, producen testimonios los cuales nos promocionan en el reino de Dios, y provocan que enfrentemos nuevas pruebas con gozo anticipado sabiendo de antemano que todo es para que el Padre sea glorificado!