DENTRO DE TI ESTÁ EL QUE YA VENCIÓ



“Hijitos, ustedes son de Dios, y ya lograron la victoria, porque el que está en ustedes es mayor que el que está en el mundo.” 1 Juan 4:4

Como cristiano es importante que aprendas a vivir seriamente la vida que Dios te ha dado, respondiendo espiritualmente cuando ciertas cosas se suscitan a tu alrededor. Por eso la oración es tan importante. Cuando oramos, y creemos en lo que oramos algo sucede.

El Señor no nos manda en vano que oremos. Cada vez que sientas en tu espíritu que debes orar, no lo desdeñes.
Todos los que tenemos al Espíritu Santo sentimos frecuentemente ese impulso interior que nos impele a orar, pues Él mismo es el Espíritu de oración. Él nos enseña a orar, y ora a través de nosotros.

Él inclina nuestros corazones a la oración, e incluso nos da las palabras con las que orar. Si vives una vida dirigida por el Espíritu, siempre sentirás el impulso interior de orar. De lo contrario, ¿cómo podrías resistir al diablo?

El diablo es un ser espiritual. No le resistimos con la fuerza muscular o material. No le resistimos con las armas de este mundo; *le resistimos con nuestra fe.* La Biblia dice: “Resistan al diablo, y huirá de ustedes” (Santiago 4:7). No tiene alternativa. *A él le aterroriza el nombre de Jesús por el que vivimos.*

Cuando comprendes el enorme poder que te ha sido concedido para paralizar las actividades de satanás – ya sea en tu vida, o en las de tus seres queridos, o en tu ciudad o nación – ¡disfrutarás la oración! No estés ocioso cuando el diablo esté haciendo tanto mal a tu alrededor. Ora. Usa el nombre de Jesús contra él.

En tu tiempo de comunión con el Señor en oración, el Espíritu Santo te mostrará las cuestiones por las que has de orar, y cómo hacerlo. Él te enseñará a abordar estas cuestiones desde el plano espiritual, y a prevalecer.

Disfruta tus tiempos de oración, en tu hogar, en tu lugar de trabajo, en cada rutina incluso cuando caminas o ejercitas algún deporte. No le des a Dios de las sobras de tu tiempo sino de las primicias; la primera hora del día, antes del primer alimento, antes de tomar una decisión, antes que te alteres, antes que pierdas la esperanza, antes de dormir, y te asombrarás porque caminarás en una vida de victoria en victoria, porque el cambia todo lamento a baile.