BUENOS ADMINISTRADORES



»El amo dijo: "Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!".
Mateo 25:20,23 NTV

En el momento que tú fuiste escogido por Dios, también El té comenzó a dar más responsabilidades.

La prosperidad no se mide por lo que tienes.  Se mide por lo que das.

Jesús dio todo por ti, se reservó ni su vda misma, y por su sangre derramada en la cruz fuiste comprado (1 Corintios 7;23).

Esto significa que El es nuestro dueño y que todo lo que tienes no es tuyo sino de El. Por lo cual nosotros somos administradores de lo Suyo.

Hay que recordar que es por su misericordia que podemos tener el siguiente aliento de aire para respirar. La casa que habitas, tu trabajo, el alimento de tu mesa, incluso tu propia vida y tu familia no son tuyos; son de El y por todo tendremos que *entregar cuentas*.

Cuando entiendo mi papel como administrador de los “Suyo”  entones puedo vivir una vida plena y sin preocupaciones debido a que el  Señorío de Jesús puede operar sobre mi vida y porque bajo Su dominio todo es multiplicado y fructificado.

En aquella historia cuando Jesús alimentó a las multitudes, había un niño que llevaba la canasta con cinco panes y dos peces pero cuando la canasta pasó al dominio de Jesús la bendijo, y el alimento alcanzó para dar de comer a 5,000 y hasta sobró.

En el Reino hay abundancia y cuando operas bajo sus principios, todo te lleva a una vida sumamente próspera en todas las áreas de tu vida.

Tu corazón fue diseñado para ser un dador y no un re-tenedor.

Permite que tu generosidad extrema bendiga tu entorno y tu vida de manera extrema. Recuerda que la economía de Dios no está sujeta a la del mundo , si tú siembra es abundante tu cosecha lo será aún más!