PROMESAS CUMPLIDAS



“Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria” (2 Corintios 1:20).

Cristo Jesús es el cumplimiento de todas las promesas de Dios. No hay promesas que aún estén pendientes de cumplimiento.

 Ésta es la realidad. Es importante comprender quién es realmente un cristiano. Un cristiano es un heredero de Dios, y un heredero juntamente con Cristo. Esto significa que todo lo que es de Dios, también es tuyo. Recuerda que vivimos por lo que creemos no por lo que vemos, por eso dice 1 Corintios 3:21: “Todo es tuyo”.

Las promesas que Dios hizo a Abraham y a su linaje ahora son tuyas en tiempo presente.

Puedes disfrutarlas ahora, pues son tu herencia. Esto es lo que sucedió cuando recibiste a Cristo en tu corazón para nacer de nuevo.

Ahora, lo que se espera de ti es que disfrutes esta bienaventurada vida en Cristo. Has sido puesto para ser fructífero y productivo.

Si un amigo te dice: “Mañana te daré cinco mil pesos”; eso es una promesa. Cuando llega el día siguiente, y te los entrega  ya no puedes decir: “Mi amigo me ha prometido cinco mil pesos”. Más bien dirás: “He recibido los cinco mil pesos que mi amigo me prometió ayer”.

Nuestra herencia nos fue prometida en Cristo; y cuando Cristo vino, tuvo cumplimiento.

La Biblia dice: “Y si ustedes son de Cristo, ciertamente linaje de Abraham son y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29). Dios ya te ha bendecido con todas las bendiciones que hay en Cristo.
 
Tuyas son la prosperidad, la victoria, el gozo, la paz y todas las demás bendiciones del Reino.

Nunca hables o actúes como si fueses una víctima. Ejerce tus promesas  en tu mundo, pues eres un heredero de Dios.