CONFÍA EN SU CUIDADO



“El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (Juan 14:23).

Lo que Jesús dice en el versículo de inicio es tan profundo. Imagínate a Jesús literalmente viviendo en tu casa; compartiendo el mismo techo contigo. Ciertamente ese sería el fin de toda dificultad. Ya no te inquietarías de cómo pagar las facturas, pues con Jesús todo estaría resuelto.

Él vive en ti y contigo. Él está ahí, en tu casa, contigo. Esto quiere decir que no debes hablar ni actuar como si Dios estuviese ausente, o muy lejos. Donde tú estés, ahí está Su cuartel general.

Es por eso por lo que Él nos dice: “… ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mateo 6:31-32).

Confía en Él para recibir el dinero que necesitas para tus estudios. Confía en Él para pagar la escuela de tus hijos. Confía en Él para obtener el dinero que necesitas para tus gastos inmobiliarios. Confía en Él para recibir sus cuidados, y disfrutar una vida gloriosa.

Aún si te encuentras endeudado, Él es tu Señor y es GRANDE.
No te fíes en tu entendimiento, aprende a ser dirigido por El, porque con Él, todo irá bien. Así dijo en Mateo 11:28: “Vengan a mí todos los que están trabajados y cargados, y yo los haré descansar”. ¡Aleluya!

Solo UNA cosa requiere de ti: “Mas busca primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

Dale la mayor prioridad a la obra del Señor de ganar almas, a ser buen mayordomo, a ser generoso en todo y verás cómo Él cuida y se encarga de todo lo que te concierne.