SOY DE GRAN VALOR



“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:8-9).

La Biblia nos habla del amor que el Padre, en Cristo Jesús, ha derramado abundantemente en nuestras vidas. Cristo murió por nosotros, en semejante demostración de amor, cuando aún éramos pecadores.

No lo hizo porque estuviésemos viviendo rectamente; lo hizo cuando aún estábamos en pecado. Es un amor indescriptible, que define nuestro valor.

Cuando comprendes quién es Jesús, y el hecho de que Él verdaderamente entregó su vida para salvarte; comprenderás lo que Dios piensa sobre ti y lo mucho que te valora.

*La muerte de Jesús define tu valor*. Dios pensó que tú eras digno de semejante sacrificio; por eso, Él se entregó por ti.

Esto significa que, para Dios, eres tan valioso como Jesús. Por eso, el Señor Jesús, en su ferviente oración, quería que el mundo supiera que el Padre nos había amado como también a Él le había amado (Juan 17:23).

¡Qué inspirador es saber que Jesús entregó su vida para que tú tengas vida!

Ahora ocupémonos en dar cumplimiento a su llamamiento. Pablo valientemente declaró en Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

No vivas una vida ordinaria no te victimices. Dale cumplimiento al plan de Dios para tu vida.

Él te tiene por muy valioso, y por eso se entregó por ti. El nunca te ha dejado y nunca te dejará, eres oveja de Su prado. La obra que comenzó en ti, la terminará.

Ahora declara en voz alta *¡SOY DE GRAN VALOR!* repítelo hasta que tu mente, alma y espíritu absorban esta verdad.
¡Gracias Jesús!