CONTÉMPLATE A TRAVÉS DE LA PALABRA



“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).

Conforme a la Palabra de Dios, tú no eres una persona enferma que intenta recibir sanidad. Tampoco eres una persona pobre, que se está́ esforzando en ser rica. No eres una persona derrotada que procura tener victoria. Tú eres la gloria de Dios, un vencedor en Cristo Jesús, la perfección de la excelencia divina.

Tú no eres esa persona enferma, débil, frágil o moribunda que esas circunstancias parecen manifestar. Tú estás completo, perfecto y cuerdo en Cristo.

Jesús afirmó lo siguiente : “El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10

Un creyente no debería enfermar, y mucho menos morir por una enfermedad. Nuestra verdad es que Cristo nos ha heredado un  lugar de privilegio porque vino a darnos Vida en Abundancia, es decir salud, prosperidad y victoria.

Cuando somos promotores de nuestras promesas, el ladrón no tiene permiso para  hurtar, matar y destruir, porque hay vida abundante fluyendo dentro de mi, yo soy árbol plantado junto a corrientes de agua.

Es por ello que es preciso que te desarrolles en Cristo y en las cosas del Espíritu. Crece en la revelación y conocimiento de la Palabra, y vivir por encima de las calamidades de  este mundo.

La Palabra de Dios es un manual de instrucciones para que vivas por él, y seas instruido para la vida del Reino - la vida de justicia, con permanente salud, plenitud, victoria, prosperidad y bendiciones supremas.