ENCUENTROS GENUINOS
“Tus oraciones y tus obras de misericordia han subido como recordatorio ante la presencia de Dios.” Hechos 10:4
Muchas veces nos preguntamos si Dios escucha nuestras oraciones. La historia de Cornelio el centurión romano que buscó a Dios, contiene una gran enseñanza, ya que en su corazón estaba hacer el bien a su prójimo y orar a un Dios que no conocía pero el sabía que existía.
En el versículo de inicio el ángel que envió Dios a Cornelio menciona una palabra muy importante; “han subido” en el hebreo original “anabainō”, que es ascender.
Si meditamos en esta palabra entenderemos que hay oraciones que ascienden a Dios y otras no. Sin ser una receta, por lo menos dos ingredientes son importantes en mi actitud al orar y que son acompañadas de acción y no solo de palabras.
Cornelio nos enseña que la relación con nuestro creador no se trata de una religión sino *primero de una búsqueda continua y sincera de intimidad con El, y segundo de poner las necesidades del prójimo antes que las propias*. Exactamente así lo resumió Jesus (Mateo 22:40)
Cornelio fue un hombre comprometido con un Dios que no conocía, pero en su sincera búsqueda, *sus oraciones ascendieron a Dios, y Dios descendió a El.*