TIEMPOS DISRUPTIVOS
“Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.” 2 Corintios 4:18
Hay tiempos disruptivos que de forma radical interrumpen nuestra rutina diaria.
Un ejemplo es el mismo “Shabat” que Dios creo para interrumpir el trabajo y actividades cotidianas para simplemente no hacer nada, en otras palabras una desconexión de los afanes del mundo.
En un tiempo de desconexión debemos fijar nuestra vista en lo que cotidianamente no vemos. Un ejemplo es aprender a mirar de nuevo, mirar los ojos de nuestro cónyuge, hijos, padres. A veces también nos olvidamos de reír, de conversar y simplemente el tesoro de volver a convivir.
El tiempo disruptivo es tan importante que Dios incluso instruyó a su pueblo que dejara descansar la tierra de cultivo cada siete años (Levítico 25:4)
Este es un tiempo para valorar lo verdaderamente importante. Permítete entrar en el “Shalom” de Dios que es una paz que el mundo no conoce y aprovecha para conocerte más a ti mismo.
Y como dijo Pablo recuerda que las cosas que no vemos son las que permanecerán para siempre.