ÉL TE FORTALECE EN TU INTERIOR



“Porque Dios es el que en ustedes produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)

Antes de recibir al Espíritu Santo, Pedro mostró disposición de permanecer al lado de Jesús a toda costa, pero no lo cumplió. Pedro había dicho “Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré” (Mateo 26:35).

Pero después del arresto de Jesús, Pedro lo negó (Mateo 26:69-70). Pedro se sintió intimidado, no por los soldados, sino por una joven criada. “El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”, porque Pedro no había recibido todavía al Espíritu Santo.

Tras recibir el Espíritu Santo, el mismo Pedro predicó valiente y apasionadamente sobre Jesús a las multitudes. Sus palabras fueron tan llenas de poder y de convicción que el pueblo exclamó: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?” (Hechos 2:37).

La Biblia relata que tres mil personas dieron sus vidas a Cristo en aquel día. Cuando recibes el Espíritu Santo todo cambia, pues Él te fortalece en tu interior.

Él hace que tengas disposición y capacidad para cumplir su voluntad. ¡Qué glorioso es el accionar del Espíritu Santo en nuestras vidas como nuevas criaturas! Leamos de nuevo el versículo de inicio, en esta ocasión de la versión Palabra de Dios para Todos: “Dios está obrando entre ustedes.

Él despierta en ustedes el deseo de hacer lo que a él le agrada y les da el poder para hacerlo”.

Dios, por medio del Espíritu Santo, obra en ti, motivándote e impulsándote a dar cumplimiento a su buena voluntad; y fortaleciéndote para que lo cumplas!