VIVIENDO DESDE LA PATERNIDAD DEL PADRE



“Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba, Padre»” (Romanos 8:15)

El espíritu de orfandad está causando caos y destrucción en la iglesia y en el mundo de hoy. La buena noticia es que hay una respuesta a este espíritu de orfandad que es el espíritu de adopción y el espíritu de paternidad.

Dios Padre está esperando que Sus hijos e hijas comprendan quiénes son y sean los coherederos para los que Él los creó.  El ejemplo más perfecto de un hijo de Dios fue Jesús que conocia su verdadera identidad, posición y herencia.

Jesús dejó su hogar celestial para nacer en la tierra como hombre, dejando atrás a su padre y su naturaleza divina.  Cuando era niño, fue criado por un tiempo en Egipto, después de haber escapado de la ejecución masiva de Herodes en su hogar terrenal.  

Cuando comenzó su ministerio, estaba continuamente en movimiento con sus discípulos yendo de pueblo en pueblo y no siendo bienvenido en muchos lugares.  No tenía hogar terrenal, pero nunca sintió el aguijón y el dolor del espíritu de orfandad porque estaba constantemente con su Padre.  

Jesús dijo en Juan 3:13: “Nadie jamás fue al cielo y regresó, pero el Hijo del Hombre bajó del cielo.”

Jesús no tenía un espíritu orfandad, porque realmente nunca dejó la presencia de su Padre.  Estaba en casa independientemente del lugar que estuviera físicamente, porque Él y Su Padre nunca perdieron la conexión ... no hasta que Él tomó nuestros pecados en la cruz.  

Allí participó del espíritu de  orfandad cuando gritó de angustia: "Padre, ¿por qué me has abandonado?"  Solo entonces Jesús experimentó el dolor del espíritu de orfandad, cuando murió para traernos de vuelta a una relación con nuestro Padre.  

Ahora podemos regresar a casa al Edén creado por el Padre para nosotros y podemos vivir desde el Cielo, en lugar de vivir hacia el Cielo, y saber que tenemos un Padre, una familia y un hogar desde donde toda necesidad está suplida.