ÉL ES TODO LO QUE NECESITAS

“Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ustedes, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

Hay quienes enseñan que, después de nacer de nuevo, primero se recibe el Espíritu Santo, y después se recibe la unción. Pero no es así. La unción viene con el Espíritu Santo. En este tiempo del Nuevo Testamento, todos los hijos de Dios tenemos el mismo Espíritu Santo y la misma unción; porque la unción que tenemos es la unción del Espíritu Santo.

La Biblia dice en Hechos 10:38, “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret...” Se trata del mismo Espíritu Santo y del mismo poder al que Jesús se refiere en el versículo de inicio. Ese mismo poder y ese mismo Espíritu Santo con el que Jesús fue ungido, lo tenemos hoy nosotros. Y cuando tienes el Espíritu Santo, tienes todo el poder que necesitas.

Lucas 1:35 narra el diálogo entre el ángel Gabriel y María. El ángel le dijo a María: “...El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá...” Hay quienes han leído esto, y concluyen que es la descripción del proceso por el cual el Espíritu viene primero a ti, y posteriormente viene su poder – o la unción. Eso es erróneo.

Las dos expresiones – el Espíritu Santo y el poder del Altísimo – se refieren a lo mismo. El poder del Altísimo que cubrió a María es el poder del Espíritu Santo que vino sobre ella. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo “venía sobre” las personas.

En el Nuevo Testamento, ¡el Espíritu Santo viene a vivir en nosotros! Por ello, Jesús dijo que recibes poder cuando el Espíritu Santo viene a ti; porque el Espíritu Santo viene con ese poder. Él es el portador del poder de Dios. Con el Espíritu Santo en tu vida, no te falta poder ni competencia.

Él es tu competencia. Él es todo lo que necesitas, y Él te proporciona todo lo que requieres para cumplir el propósito de Dios conforme a su perfecta voluntad.