EL BUEN ANFITRIÓN: LA HOSPITALIDAD



“No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!” Hebreos 13:2

En la iglesia primitiva era comun que las reuniones se celebraran en casas (Hechos 2:46), se compartieran los alimentos, y todos los bienes que tenían los compartían, y se caracterizaban por sencillez de corazón.

Sin embargo es curioso que Jesús durante su tiempo de ministerio no tuvo un lugar donde recostar su cabeza, dependía de la hospitalidad de los demás.

¿Has pensado alguna vez si hubieses vivido en ese tiempo y que Jesús llegase a tu casa ¿lo hubieses hospedado? Bueno pues Zaqueo el cobrador de impuestos lo hizo, y cambio su vida. Pasó de ser un ser avaro y corrupto a un dador alegre y generoso. ¡Que gran lección!

Por ello la escritura de inicio dice que cuando abrimos las puertas de nuestro hogar podemos hospedar angeles sin saberlo.

La hospitalidad segun el diccionario es la virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades.

Cuando estamos conscientes que todo es propiedad de Dios y operamos como administradores de los recursos que nos dado compartiendolos con el prójimo el Señor se goza y nos bendice de sobremanera.

Que nunca se nos olvide que Jesús nos hospedará en los cielos; ya que el mismo afirmo que iba a preparar moradas para nosotros en el cielo. Recuerda que lo mismo que siembres en este mundo lo cosecharás en los cielos, y será para la eternidad!

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