LA REALIDAD INVISIBLE

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8).

Muchas veces preferimos meditar más en los problemas a los que nos  enfrentamos, que en la Palabra de Dios.

Medita siempre en la Palabra, no en los problemas o en las circunstancias adversas.

Las dificultades a las que te enfrentas y todas las circunstancias de la vida son temporales y están sujetas a cambio. 2 Corintios 4:18 dice: “...las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

 La Palabra de Dios es la realidad invisible. Ella es el único fundamento seguro y confiable en la vida.

Niégate a ser derrotado por las circunstancias. Todo lo que debes de visualizar es la Palabra haciéndote prevalecer en tu vida, sobreponiéndote a toda circunstancia y llevándote de gloria en gloria.

¡Dedica tiempo de calidad a la meditación en la Palabra de Dios! Invierte tiempo en ello: ¡piensa, declara y grita la Palabra!. No te quedes dormido mientras meditas.

Si es preciso, camina en tu habitación y pronuncia palabras creativas que moldearán y alinearán tu futuro con la voluntad perfecta de Dios para tu vida.

El mundo está lleno de voces y fuerzas negativas; contrarrestarlas liberando la vida que hay dentro de ti, por medio de tus declaraciones llenas de fe.

Crea una vida fructífera, productiva y victoriosa, con tus palabras. Nadie más que tú puede hacer esto por ti.

Medita en la Biblia de manera constante y  consciente, así  prosperarás en todo lo que emprendas.

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