EL PODER DE LA HUMILDAD

“Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño es el más importante en el reino del cielo” (Mateo 18:4)

Cuanto más entendido eres en las realidades del Espíritu, más humilde serás. Si tu conocimiento de Cristo y de Dios no produce mayor humildad en ti, entonces algo falla; y todo ese conocimiento que aseguras tener, es carnal (1 Corintios 8:1).

El conocimiento de Dios es el conocimiento del Espíritu, en unidad con su Espíritu. Cuanto más le conoces, más le manifestarás en tu vida a través de tus razonamientos, tu carácter, tus palabras y tus acciones.

En Mateo 11:29, el Señor dijo: “soy manso y humilde de corazón.”
El que dijo esto es la misma persona a la que la Biblia se refiere como la personificación de todo conocimiento y sabiduría

No te enaltezcas. A esto se refería Jesús cuando dijo que Él es humilde de corazón. Se trata de condescender sin ser condescendiente’. Ésta es una de las características de las personas humildes.

La humildad es una forma de vida que te bendecirá tanto si estás entre los grandes y poderosos, como si estás con los más pequeños. La humildad se expresa frecuentemente a través de la disposición para servir a los demás, en lealtad a la Palabra de Dios.

Otra característica de las personas humildes es que aceptan su responsabilidad por los errores, incluso cuando son atribuibles a los demás; y no guardan rencores.

Las personas humildes perdonan a quienes les ofenden, pues la verdadera humildad es someterse al señorío de Jesucristo a través de la Palabra.

Jesus afirmó;“Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.”(Mateo 5:5), Dios reservó esta recompensa para aquellos que están dispuestos a guiados totalmente por El, otorgándoles una autoridad de gobierno sobre su creación, y esto es un principio de sabiduría divina.