MI FUTURO ESTÁ ASEGURADO
“Así también también la palabra que sale de mi boca No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo dese y cumplirá con mis propósitos.” Isaias 55:11
Cualquier área de nuestra vida donde no tengamos esperanza está bajo la influencia de una mentira.
Dios es un Padre perfecto. Él tiene recursos ilimitados que pone a nuestra disposición para que completemos nuestras tareas.Jesús dentro de mí es el que hace posible lo imposible.
Él nunca nos manda a hacer algo y luego nos deja impotentes. Su gracia es Su presencia que posibilita.Jesús dentro mí es el que hace posible lo imposible. Él es diligente, fiel y sabio.
Vivir conscientes de nuestras promesas que vienen de Él nos permite que vivamos con esperanza. Nos corresponde a nosotros buscar al Dios de la “Tierra Prometida” para que nos dé lo que necesitamos para la próxima etapa de la vida.
Mientras mantenemos un corazón que sea pobre en espíritu atraeremos los recursos ilimitados de Dios.
Cada promesa de Dios es como si El accediera a mi futuro y trajera lo necesario para llevarme hasta allí.
Mi esperanza diaria es estar consciente que Dios es un Padre amoroso, el único capaz de prepararnos de antemano para todo lo que la vida nos depara, estableciendo un marco de total confianza en El.
Debemos estar dispuestos a vivir con esperanza en cualquier área de la vida. No dependemos de nuestra grandeza, importancia o incluso de una gran fe.
¡Dependemos de un Padre perfecto que pensó en todo!.
Cualquier área de nuestra vida donde no tengamos esperanza está bajo la influencia de una mentira.
Dios es un Padre perfecto. Él tiene recursos ilimitados que pone a nuestra disposición para que completemos nuestras tareas.Jesús dentro de mí es el que hace posible lo imposible.
Él nunca nos manda a hacer algo y luego nos deja impotentes. Su gracia es Su presencia que posibilita.Jesús dentro mí es el que hace posible lo imposible. Él es diligente, fiel y sabio.
Vivir conscientes de nuestras promesas que vienen de Él nos permite que vivamos con esperanza. Nos corresponde a nosotros buscar al Dios de la “Tierra Prometida” para que nos dé lo que necesitamos para la próxima etapa de la vida.
Mientras mantenemos un corazón que sea pobre en espíritu atraeremos los recursos ilimitados de Dios.
Cada promesa de Dios es como si El accediera a mi futuro y trajera lo necesario para llevarme hasta allí.
Mi esperanza diaria es estar consciente que Dios es un Padre amoroso, el único capaz de prepararnos de antemano para todo lo que la vida nos depara, estableciendo un marco de total confianza en El.
Debemos estar dispuestos a vivir con esperanza en cualquier área de la vida. No dependemos de nuestra grandeza, importancia o incluso de una gran fe.
¡Dependemos de un Padre perfecto que pensó en todo!.
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