DESDE SU REPOSO
“El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, así como Dios de las suyas.” Hebreos 4:10
Dios no está en el cielo inquieto sobre cómo resolver lo que sucede en el mundo; planteándose la manera de auxiliar a sus hijos que se encuentran enfrentados a distintas tribulaciones.
Él está en el cielo, en su reposo. Él ya ha hecho todo lo que necesitaba hacer para que tú tengas y disfrutes la vida en toda su plenitud. Dios ahora está en su reposo.
Quizás te preguntarás: “Pero si me encuentro en una situación complicada, y me dirijo a Dios en oración; y Él interviene milagrosamente, ¿acaso no significa que Él ha hecho algo?”. ¡No! Él no ha hecho nada; eres tú el que has activado tu fe para hacerte partícipe de lo que Él ya consumó en Cristo.
Quizás aún preguntes algo más: “Pero el apóstol Pablo dijo: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20). ¿Acaso no muestra esto que Dios sigue interviniendo hoy?”.
Observa cuidadosamente lo que dice el versículo: Dios hace todas las cosas según el poder que obra en ti, y no a través de un poder que Él manifiesta en o desde el cielo. Por ello, cuando tienen lugar esos milagros, Él te da el crédito. Dios nos ha mandado que sanemos a los enfermos, limpiemos a los leprosos, resucitemos a los muertos, y echemos fuera demonios (Mateo 10:8). Dios no dijo: “Diríjanse a mí en oración, y yo lo haré”.
Cuanto más profundizas en el entendimiento de la Palabra de Dios, más comprendes que Dios realmente no está haciendo nada por nadie, en el sentido en el que muchos lo interpretan. Él ya lo ha consumado todo en Cristo Jesús.
Toma posesión de tu herencia. Sé todo lo que ya eres en Cristo, y disfruta de todo lo que ya tienes en Cristo.
Dios no está en el cielo inquieto sobre cómo resolver lo que sucede en el mundo; planteándose la manera de auxiliar a sus hijos que se encuentran enfrentados a distintas tribulaciones.
Él está en el cielo, en su reposo. Él ya ha hecho todo lo que necesitaba hacer para que tú tengas y disfrutes la vida en toda su plenitud. Dios ahora está en su reposo.
Quizás te preguntarás: “Pero si me encuentro en una situación complicada, y me dirijo a Dios en oración; y Él interviene milagrosamente, ¿acaso no significa que Él ha hecho algo?”. ¡No! Él no ha hecho nada; eres tú el que has activado tu fe para hacerte partícipe de lo que Él ya consumó en Cristo.
Quizás aún preguntes algo más: “Pero el apóstol Pablo dijo: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20). ¿Acaso no muestra esto que Dios sigue interviniendo hoy?”.
Observa cuidadosamente lo que dice el versículo: Dios hace todas las cosas según el poder que obra en ti, y no a través de un poder que Él manifiesta en o desde el cielo. Por ello, cuando tienen lugar esos milagros, Él te da el crédito. Dios nos ha mandado que sanemos a los enfermos, limpiemos a los leprosos, resucitemos a los muertos, y echemos fuera demonios (Mateo 10:8). Dios no dijo: “Diríjanse a mí en oración, y yo lo haré”.
Cuanto más profundizas en el entendimiento de la Palabra de Dios, más comprendes que Dios realmente no está haciendo nada por nadie, en el sentido en el que muchos lo interpretan. Él ya lo ha consumado todo en Cristo Jesús.
Toma posesión de tu herencia. Sé todo lo que ya eres en Cristo, y disfruta de todo lo que ya tienes en Cristo.
No Comments