VIVIENDO DESDE EL CIELO
“Siendo que la muerte de ustedes con Cristo los separó de los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a esos preceptos?”
Colosenses 2:20
Algunos creyentes no comprenden que ya
están en el Reino de Dios. Viven como si estuvieran en el mundo. Sus acciones y reacciones, sus pensamientos, sus palabras y sus respuestas son como las de la gente del mundo.
En lugar de andar
por fe, andan conforme a sus sentidos; y su vida está
condicionada por todo lo que perciben en el mundo
físico.
Esa no es la vida de un cristiano. Vivimos en un reino espiritual, donde la fe es nuestro estilo de vida.
Dios quiere que vivas por encima de este mundo, pues no eres de este mundo. Jesús dijo así en Juan 15:19: “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo…”.
Por eso, el Espíritu advirtió a
través del Apóstol Pablo: “Habéis muerto con Cristo
y ya no estáis sujetos a los poderes que dominan este
mundo. ¿Por qué, pues, vivís como si todavía fuerais
del mundo?”
Y el Apóstol Pablo nos dice que, si vivimos por el Espíritu, hemos de andar también por el Espíritu.
Ahora que has nacido de nuevo, vives simultáneamente en dos planos: el físico y el espiritual.
Debes ser bien consciente del plano espiritual en el
que has nacido y en el que vives.
Vive la vida celestial en esta tierra, pues eres un ciudadano del cielo.
Tu manera de pensar, tu respuesta a las circunstancias
y tu perspectiva de la vida han de ser celestiales; es decir, han de ser la perspectiva de la Palabra de Dios.
Tus consideraciones deben ser diferentes de las de los
hombres ordinarios.
Vives en un reino espiritual con principios espirituales. Ese debe ser tu entendimiento.
Cuando comprendes esto, te ilusionarás antes las pruebas y
crisis de la vida; pues sabes que todo te ayudará a bien.
Esto es así porque en nuestro Reino solo sabemos vencer y progresar de gloria en gloria.
Nosotros sometemos el mundo físico con los principios de nuestro Reino celestial. ¡Aleluya!
Colosenses 2:20
Algunos creyentes no comprenden que ya
están en el Reino de Dios. Viven como si estuvieran en el mundo. Sus acciones y reacciones, sus pensamientos, sus palabras y sus respuestas son como las de la gente del mundo.
En lugar de andar
por fe, andan conforme a sus sentidos; y su vida está
condicionada por todo lo que perciben en el mundo
físico.
Esa no es la vida de un cristiano. Vivimos en un reino espiritual, donde la fe es nuestro estilo de vida.
Dios quiere que vivas por encima de este mundo, pues no eres de este mundo. Jesús dijo así en Juan 15:19: “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo…”.
Por eso, el Espíritu advirtió a
través del Apóstol Pablo: “Habéis muerto con Cristo
y ya no estáis sujetos a los poderes que dominan este
mundo. ¿Por qué, pues, vivís como si todavía fuerais
del mundo?”
Y el Apóstol Pablo nos dice que, si vivimos por el Espíritu, hemos de andar también por el Espíritu.
Ahora que has nacido de nuevo, vives simultáneamente en dos planos: el físico y el espiritual.
Debes ser bien consciente del plano espiritual en el
que has nacido y en el que vives.
Vive la vida celestial en esta tierra, pues eres un ciudadano del cielo.
Tu manera de pensar, tu respuesta a las circunstancias
y tu perspectiva de la vida han de ser celestiales; es decir, han de ser la perspectiva de la Palabra de Dios.
Tus consideraciones deben ser diferentes de las de los
hombres ordinarios.
Vives en un reino espiritual con principios espirituales. Ese debe ser tu entendimiento.
Cuando comprendes esto, te ilusionarás antes las pruebas y
crisis de la vida; pues sabes que todo te ayudará a bien.
Esto es así porque en nuestro Reino solo sabemos vencer y progresar de gloria en gloria.
Nosotros sometemos el mundo físico con los principios de nuestro Reino celestial. ¡Aleluya!
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