SOY LUZ Y ESPERANZA
“Todos ustedes son hijos de luz e hijos del día. No somos hijos de la noche ni de las tinieblas.”(1 Tesalonicenses 5:5)
En el versículo anterior, el Espíritu, a través del Apóstol Pablo, se dirige a los creyentes; es decir, te está hablando a ti que estás en Cristo. Y habla de una manera bien directa. ¡Dice que eres luz! Has nacido de Dios, de su Palabra – que es Luz – por lo que eres un hijo de Luz.
El Espíritu expresa la misma idea en Efesios 5:8, así: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”.
¡Qué llamativo! No dice que estuvieras en tinieblas, sino que eras tinieblas; pero que ahora eres luz. Esto significa que puedes declarar con audacia, como que hizo Jesús: “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo”.
La luz ilumina. Estás llamado a traer luz a tu entorno. Filipenses 2:15 dice: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”.
La luz nos concede una posición de liderazgo, da dirección, y pone de manifiesto la realidad.
Tú eres el que está llamado a mostrarle al mundo cómo ha de vivir, qué debe hacer, cómo hacerlo, y cómo tener éxito, en medio de las circunstancias del mundo.
No importa cuáles sean las tinieblas que asolen el mundo, tú eres la esperanza y la solución que el mundo necesita.
Los problemas y los dilemas del mundo de hoy son oportunidades para resplandecer y manifestar la gloria de Dios. Vive con esta mentalidad a diario.
ACTIVACIÓN
Yo soy un hijo de luz, un hijo del día. Así pues, yo resplandezco fuertemente, iluminando mi mundo con gloria y virtud. A través de mí, los incrédulos escuchan y reciben la luz del glorioso evangelio; y son transportados de las tinieblas a la maravillosa luz de Dios. ¡Alabado sea Dios!
En el versículo anterior, el Espíritu, a través del Apóstol Pablo, se dirige a los creyentes; es decir, te está hablando a ti que estás en Cristo. Y habla de una manera bien directa. ¡Dice que eres luz! Has nacido de Dios, de su Palabra – que es Luz – por lo que eres un hijo de Luz.
El Espíritu expresa la misma idea en Efesios 5:8, así: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”.
¡Qué llamativo! No dice que estuvieras en tinieblas, sino que eras tinieblas; pero que ahora eres luz. Esto significa que puedes declarar con audacia, como que hizo Jesús: “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo”.
La luz ilumina. Estás llamado a traer luz a tu entorno. Filipenses 2:15 dice: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”.
La luz nos concede una posición de liderazgo, da dirección, y pone de manifiesto la realidad.
Tú eres el que está llamado a mostrarle al mundo cómo ha de vivir, qué debe hacer, cómo hacerlo, y cómo tener éxito, en medio de las circunstancias del mundo.
No importa cuáles sean las tinieblas que asolen el mundo, tú eres la esperanza y la solución que el mundo necesita.
Los problemas y los dilemas del mundo de hoy son oportunidades para resplandecer y manifestar la gloria de Dios. Vive con esta mentalidad a diario.
ACTIVACIÓN
Yo soy un hijo de luz, un hijo del día. Así pues, yo resplandezco fuertemente, iluminando mi mundo con gloria y virtud. A través de mí, los incrédulos escuchan y reciben la luz del glorioso evangelio; y son transportados de las tinieblas a la maravillosa luz de Dios. ¡Alabado sea Dios!
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