CREE Y ESPERA LOS MILAGROS
“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:14).
No tiene sentido decir que se cree en Dios, pero no se cree en los milagros. Un cristiano que dice no creer en los milagros no sabe quién es Dios.
Un milagro es una intervención sobrenatural de Dios en el plano terrenal de los hombres.
Es una intervención que trasciende el entendimiento, la capacidad, la ciencia y la lógica humana. Así pues, creer en Dios y no esperar milagros es una contradicción.
Cree y espera los milagros. La vida cristiana es una experiencia y un viaje diario en lo sobrenatural. Cuando hablas, tus palabras no son ordinarias; pues son portadoras de un poder que tiene capacidad para bendecir y producir cambios en tu mundo.
En Marcos 11:23, Jesús dijo: “Lo que diga le será hecho”. Y en el versículo de inicio, dijo: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. La palabra subrayada es traducción del término griego “poiēō”, que significa hacer o causar que se haga realidad.
Jesús está diciendo: “Lo haré; incluso aunque tal cosa no exista, causaré que se haga realidad”. ¡Observa cuánto nos ama! El Señor se deleita en bendecirte y hacerte el bien. Su gozo es responder a tus oraciones y concederte los deseos de tu corazón. El tiempo no es factor para El porque el creó el tiempo y es soberano universal de todo.
Así dijo en Lucas 12:32: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Él hará cualquier cosa por ti, porque crees.
Si hay un tumor en tu cuerpo, declara: “¡Tumor, en el Nombre de Jesús, no puedes permanecer en este cuerpo; te expulso de mi cuerpo!”
Si has tenido molestias en tu corazón, ordénale que se restaure y funcione con normalidad, en el Nombre de Jesús.
Si se trata de tu economía, ordena un cambio, y así será. Declara lo que deseas, proclama ese milagro que has concebido. Crea y sostiene tu vida victoriosa con tus proclamaciones de fe.
No tiene sentido decir que se cree en Dios, pero no se cree en los milagros. Un cristiano que dice no creer en los milagros no sabe quién es Dios.
Un milagro es una intervención sobrenatural de Dios en el plano terrenal de los hombres.
Es una intervención que trasciende el entendimiento, la capacidad, la ciencia y la lógica humana. Así pues, creer en Dios y no esperar milagros es una contradicción.
Cree y espera los milagros. La vida cristiana es una experiencia y un viaje diario en lo sobrenatural. Cuando hablas, tus palabras no son ordinarias; pues son portadoras de un poder que tiene capacidad para bendecir y producir cambios en tu mundo.
En Marcos 11:23, Jesús dijo: “Lo que diga le será hecho”. Y en el versículo de inicio, dijo: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. La palabra subrayada es traducción del término griego “poiēō”, que significa hacer o causar que se haga realidad.
Jesús está diciendo: “Lo haré; incluso aunque tal cosa no exista, causaré que se haga realidad”. ¡Observa cuánto nos ama! El Señor se deleita en bendecirte y hacerte el bien. Su gozo es responder a tus oraciones y concederte los deseos de tu corazón. El tiempo no es factor para El porque el creó el tiempo y es soberano universal de todo.
Así dijo en Lucas 12:32: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Él hará cualquier cosa por ti, porque crees.
Si hay un tumor en tu cuerpo, declara: “¡Tumor, en el Nombre de Jesús, no puedes permanecer en este cuerpo; te expulso de mi cuerpo!”
Si has tenido molestias en tu corazón, ordénale que se restaure y funcione con normalidad, en el Nombre de Jesús.
Si se trata de tu economía, ordena un cambio, y así será. Declara lo que deseas, proclama ese milagro que has concebido. Crea y sostiene tu vida victoriosa con tus proclamaciones de fe.
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