ZONA DE CERO TEMOR
“¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará” (Deuteronomio 31:6).
Muchas personas se encuentran en una situación de precariedad a causa de sus confesiones de temor. Aprendamos del relato de Job en el Antiguo Testamento.
Job era un hombre justo y un siervo fiel del Señor; pero, a causa de su temor, dio lugar a que Satanás trajera destrucción a su vida.
Satanás había intentado, sin éxito, atacar a Job. No lo había conseguido porque Job contaba con protección divina: había un vallado a su alrededor (Job 1:8-10). Sin embargo, las palabras temerosas de Job, que leemos en Job 3:25, ponen de manifiesto como Satanás halló la manera de cruzar ese vallado.
Job dijo: “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía”. Job expresó temor, a pesar de contar con la protección de Dios en su vida; de la cual incluso Satanás atestiguó.
La realidad es que Job estaba completamente protegido… hasta que él mismo, hablando de manera contraria a la Palabra de Dios, derribó el vallado.
En consecuencia, y en términos legales, Dios ya no pudo protegerle. Así sucede con muchas personas hoy día, que confiesan temor y dan voz a palabras inspiradas por el miedo.
Nunca te dejes intimidar por ninguna información negativa o por malos reportes. Un reporte malo es aquel que es incoherente con el Evangelio.
Es cualquier declaración que niegue tus derechos, privilegios, capacidades o herencia en Cristo Jesús. Da lo mismo cual sea el diagnóstico que alguien pueda haber hecho sobre tu salud, niégate a temer.
¡Sigue declarando que disfrutas salud divina! Has de actuar como Caleb y Josué; que, de entre los doce líderes que Moisés envió a espiar la tierra de Canaán, declararon confiadamente su fe.
La Biblia dice que los otros espías trajeron un informe malo sobre los gigantes que habitaban en aquella tierra, y provocaron temor entre el pueblo.
Pero Caleb y Josué, a propósito de esos mismos gigantes, de los cuales los otros espías se lamentaban, declararon: “Ellos van a ser pan comido para nosotros; a ellos no hay quien los proteja, mientras que nosotros tenemos de nuestra parte al Señor. ¡No tengan miedo!” (Números 14:9).
Tal es la voz de la fe; y tu fe es la victoria que ha vencido al mundo, demarca tu Zona de Cero Temor! (1 Juan 5:4).
Muchas personas se encuentran en una situación de precariedad a causa de sus confesiones de temor. Aprendamos del relato de Job en el Antiguo Testamento.
Job era un hombre justo y un siervo fiel del Señor; pero, a causa de su temor, dio lugar a que Satanás trajera destrucción a su vida.
Satanás había intentado, sin éxito, atacar a Job. No lo había conseguido porque Job contaba con protección divina: había un vallado a su alrededor (Job 1:8-10). Sin embargo, las palabras temerosas de Job, que leemos en Job 3:25, ponen de manifiesto como Satanás halló la manera de cruzar ese vallado.
Job dijo: “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía”. Job expresó temor, a pesar de contar con la protección de Dios en su vida; de la cual incluso Satanás atestiguó.
La realidad es que Job estaba completamente protegido… hasta que él mismo, hablando de manera contraria a la Palabra de Dios, derribó el vallado.
En consecuencia, y en términos legales, Dios ya no pudo protegerle. Así sucede con muchas personas hoy día, que confiesan temor y dan voz a palabras inspiradas por el miedo.
Nunca te dejes intimidar por ninguna información negativa o por malos reportes. Un reporte malo es aquel que es incoherente con el Evangelio.
Es cualquier declaración que niegue tus derechos, privilegios, capacidades o herencia en Cristo Jesús. Da lo mismo cual sea el diagnóstico que alguien pueda haber hecho sobre tu salud, niégate a temer.
¡Sigue declarando que disfrutas salud divina! Has de actuar como Caleb y Josué; que, de entre los doce líderes que Moisés envió a espiar la tierra de Canaán, declararon confiadamente su fe.
La Biblia dice que los otros espías trajeron un informe malo sobre los gigantes que habitaban en aquella tierra, y provocaron temor entre el pueblo.
Pero Caleb y Josué, a propósito de esos mismos gigantes, de los cuales los otros espías se lamentaban, declararon: “Ellos van a ser pan comido para nosotros; a ellos no hay quien los proteja, mientras que nosotros tenemos de nuestra parte al Señor. ¡No tengan miedo!” (Números 14:9).
Tal es la voz de la fe; y tu fe es la victoria que ha vencido al mundo, demarca tu Zona de Cero Temor! (1 Juan 5:4).
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