MANANTIALES DE VIDA
Jesucristo es el postrer Adán. Él es el Espíritu vivificante - el que da vida. Y puesto que Él vive en ti por su Espíritu, y te ha concedido su misma vida, ahora tú también eres un espíritu vivificante.
En 1 Corintios 6:17 dice: “...el que se une al Señor, un espíritu es con él”. Eres uno con el Señor, con la misma misión y propósito que Él. En Juan 10:10, el Señor Jesús declaró: “...yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Con ello, dejó bien claro cuál era su propósito: Jesús vino a dar vida eterna a todos los que creyeran en Él.
Tú eres un espíritu vivificante. No solo te ha hecho participante de su vida, sino también un ministro de la vida eterna. Tú tienes las palabras de vida eterna. Al predicar el evangelio, la salvación y la justicia de Dios se ponen de manifiesto.
Jesús dijo en Juan 20:21: “Como me envió el Padre, así también yo los envío”. Él te ha escogido para que manifiestes la vida eterna de Dios a las naciones. Te ha enviado como un heraldo de su evangelio, a fin de llevar a los hombres y mujeres a la libertad de los hijos de Dios – a la vida gloriosa en Cristo. ¡ Que gran Privilegio !
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