EL NUEVO TEMPLO
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16:18).
En el Antiguo Testamento, leemos sobre el primer tabernáculo, edificado por Moisés; y otro posterior edificado por Salomón. También hubo un tercero; en esta ocasión construido por Herodes, que levantó un templo majestuoso.
En el Nuevo Testamento, el Señor Jesús fue el primer templo. Él dijo en Juan 2:19, refiriéndose a sí mismo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”. El segundo templo eres tú, pues la Biblia dice en 1 Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios…?” Y el tercer templo es la Iglesia.
De la misma manera que Herodes, que no era judío, y los judíos de su tiempo, edificaron ese templo majestuoso; también ahora los ‘judíos’ y los ‘gentiles’ que han venido a Cristo, edifican este tercer templo - la Iglesia.
Cada uno de nosotros somos responsables de edificar este tercer templo, la Iglesia contemporánea. Por cada nueva alma que llevas a Cristo estás añadiendo otra piedra en la edificación de este templo; y estás embelleciendo la casa de Dios.
Todos nosotros tenemos parte en esta obra, y somos colaboradores con el Señor en la edificación de su templo: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios…” (1 Corintios 3:9). Lleva tu servicio en el Evangelio a un plano más alto. No permitas las distracciones. Aparta tu mente de ti mismo, y piensa más en Él, y en la expansión, el crecimiento, la divulgación y la influencia de su Reino.
Jesús dijo así en Mateo 6:33: “Mas busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. Él ya ha puesto a tu disposición todo lo que necesitas para la vida y la piedad (2 Pedro 1:3).
Así pues, céntra toda tu vitalidad y tu pasión en colaborar con Él en la edificación de su Iglesia, bendiciendo y transformando vidas alrededor del mundo!
En el Antiguo Testamento, leemos sobre el primer tabernáculo, edificado por Moisés; y otro posterior edificado por Salomón. También hubo un tercero; en esta ocasión construido por Herodes, que levantó un templo majestuoso.
En el Nuevo Testamento, el Señor Jesús fue el primer templo. Él dijo en Juan 2:19, refiriéndose a sí mismo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”. El segundo templo eres tú, pues la Biblia dice en 1 Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios…?” Y el tercer templo es la Iglesia.
De la misma manera que Herodes, que no era judío, y los judíos de su tiempo, edificaron ese templo majestuoso; también ahora los ‘judíos’ y los ‘gentiles’ que han venido a Cristo, edifican este tercer templo - la Iglesia.
Cada uno de nosotros somos responsables de edificar este tercer templo, la Iglesia contemporánea. Por cada nueva alma que llevas a Cristo estás añadiendo otra piedra en la edificación de este templo; y estás embelleciendo la casa de Dios.
Todos nosotros tenemos parte en esta obra, y somos colaboradores con el Señor en la edificación de su templo: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios…” (1 Corintios 3:9). Lleva tu servicio en el Evangelio a un plano más alto. No permitas las distracciones. Aparta tu mente de ti mismo, y piensa más en Él, y en la expansión, el crecimiento, la divulgación y la influencia de su Reino.
Jesús dijo así en Mateo 6:33: “Mas busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. Él ya ha puesto a tu disposición todo lo que necesitas para la vida y la piedad (2 Pedro 1:3).
Así pues, céntra toda tu vitalidad y tu pasión en colaborar con Él en la edificación de su Iglesia, bendiciendo y transformando vidas alrededor del mundo!
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