EL TIEMPO ME RINDE MÁS

“Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas.” Joel‬ ‭2:25‬ ‭

Cuando el Espíritu Santo obra en tu vida verás cambios que han de reflejarse inmediatamente en tu estilo de vida; especialmente en tu manera de hablar y comunicarte.

La madurez cristiana consiste en la capacidad de hablar correctamente y en coherencia con la Palabra, sean cuáles sean las circunstancias. Por ejemplo, si necesitas llegar a un determinado lugar o llevar a cabo un proyecto, y te parece que queda demasiado poco tiempo, no te angusties ni te desesperes.

No reduzcas tu tiempo con tus palabras. Mantén tu compostura. El Dios al que sirves es el propietario del tiempo. Él restaura el tiempo. Él restaura los años perdidos; lo que significa que puede restaurar meses, semanas, días, horas, minutos, segundos e instantes perdidos.

Así pues, no te estreses a causa del tiempo. Si te dejas dominar por la inquietud, actuarás con temor; y el temor no proviene de Dios.Además, cuando estás controlado por el temor, no puedes tener un milagro. De modo que no te inquietes por la “falta de tiempo”.

En 1 Reyes 18:46 leemos cómo Elías fue transportado por el Espíritu de Dios hasta el punto de adelantar a los caballos del rey. También Felipe fue transportado a otra ciudad por el Espíritu de Dios, con una rapidez como la velocidad de la luz (Hechos 8:39-40).

Ten siempre presente que no eres una persona ordinaria. Vives una vida sobrenatural, ¡y el tiempo que tienes a tu disposición es todo lo que necesitas! Y con esa misma vida sobrenatural que tienes, si esa tarea o proyecto requiere una hora, tú lo puedes hacer en menos tiempo. Ten esa mentalidad.

Recuérdate a ti mismo siempre: “Tengo suficiente tiempo en esta vida para ser todo lo que Dios ha dispuesto que sea, y para hacer todo lo que Él me ha encomendado que haga”.

No Comments