MI VIDA NO ES GUIADA POR LA SUERTE

Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo (Deuteronomio 28:3).

Hay personas que viven sus vidas sumidos en las tinieblas, con la esperanza de que algún día la suerte les sonría. Los escuchas decir cosas como:
“Si tengo suerte, obtendré ese contrato”; “si tengo suerte, obtendré ese puesto que deseo”. Tienen puesta su esperanza en la suerte - ya sea en su economía, en sus negocios, e incluso en sus relaciones personales. Tales personas no conocen la luz de la Palabra de Dios.

No pongas tu esperanza en la suerte. No pongas tus expectativas en que ‘quizás Dios intervenga’. ¡No! Debes saber que ya eres una persona bendecida. ¿Sabes lo que eso significa? Esto quiere decir que no hay nada que sea demasiado bueno para ti. Cuando naces de nuevo, dejas de estar condicionado por la suerte; pues vives por la Palabra. La Palabra de Dios es tu luz: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105).

La luz de Dios en tu espíritu te dirigirá para que estés siempre en el lugar preciso, en el momento oportuno, y viviendo conforme a la senda que Dios ha dispuesto para ti. La luz de Dios en ti hace que disfrutes de favor divino y no estés condicionado por la suerte. Dios ha dispuesto todo a tu favor; y tiene a las personas idóneas para auxiliarte en el momento oportuno y en el lugar preciso.

La Biblia dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). Con este entendimiento, afirma lo siguiente: “Dios tiene a las personas idóneas para auxiliarme, en el lugar preciso y en el momento oportuno. De una manera o de otra, Él me guía a tales personas, o los guía a ellos hacia mí”.

Recuerda,Él ya te ha bendecido con todas las bendiciones espirituales en lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3). Vive como una persona bendecida. Sé consciente de tus bendiciones, y no pongas tu esperanza en la suerte.

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