TE LO HA DADO TODO
…pues a ustedes les pertenece todo (1 Corintios 3:21).
¡Gracias Jesús por todo lo que hiciste por nosotros! Él se entregó a fin de que tuviéramos vida. Fue sepultado, Dios le resucitó; y nosotros hemos sido levantados juntamente con Él (Lee Romanos 6:3-4). Ahora está sentado en el lugar de majestad en el cielo - en el lugar de máxima autoridad; y nosotros estamos sentados juntamente con Él.
Sin embargo, estamos aquí en la tierra; ¡pero nuestra autoridad procede del cielo! Así pues, lo que esto supone para nosotros es que tenemos su Nombre, y podemos vivir en su Nombre. Su Nombre tiene el mismo poder que Jesús tiene como persona. Su Nombre representa todo lo que Jesús es.
Si pones tu mirada en las circunstancias y razonas como un mero hombre de este mundo, querrás aún dirigirte a Dios para “persuadirle” de que te conceda tus peticiones. i “¡Dios mío, por favor ayúdame con esto o aquello; dame esto o aquello!”.
Pero ¿cómo podrás convencer a alguien de que te conceda algo, cuando ya te lo ha dado todo, incluido el Reino? Así lo afirmó en Lucas 12:32: “No temas, manada pequeña, porque a su Padre le ha placido darles el reino”. ¡Y ya lo ha hecho! Lo que tenemos que hacer es vivir en su Nombre.
Somos sus embajadores; oremos por los demás, y hagamos que sucedan buenas cosas para el prójimo. Él te ha dado su vida. Él te ha dado su Nombre. Él te ha dado sus riquezas. Él te ha hecho sentar en los lugares celestiales juntamente con Él. ¿Qué más quieres? Ocupa tu lugar de potestad, y reina y gobierna con Él. Jesús es un Rey, y produce reyes.
Jesús no quiere que te arrastres y mendigues en la vida; ni que pases tu vida rogándole. Por ello te lo ha dado todo.
¡Gracias Jesús por todo lo que hiciste por nosotros! Él se entregó a fin de que tuviéramos vida. Fue sepultado, Dios le resucitó; y nosotros hemos sido levantados juntamente con Él (Lee Romanos 6:3-4). Ahora está sentado en el lugar de majestad en el cielo - en el lugar de máxima autoridad; y nosotros estamos sentados juntamente con Él.
Sin embargo, estamos aquí en la tierra; ¡pero nuestra autoridad procede del cielo! Así pues, lo que esto supone para nosotros es que tenemos su Nombre, y podemos vivir en su Nombre. Su Nombre tiene el mismo poder que Jesús tiene como persona. Su Nombre representa todo lo que Jesús es.
Si pones tu mirada en las circunstancias y razonas como un mero hombre de este mundo, querrás aún dirigirte a Dios para “persuadirle” de que te conceda tus peticiones. i “¡Dios mío, por favor ayúdame con esto o aquello; dame esto o aquello!”.
Pero ¿cómo podrás convencer a alguien de que te conceda algo, cuando ya te lo ha dado todo, incluido el Reino? Así lo afirmó en Lucas 12:32: “No temas, manada pequeña, porque a su Padre le ha placido darles el reino”. ¡Y ya lo ha hecho! Lo que tenemos que hacer es vivir en su Nombre.
Somos sus embajadores; oremos por los demás, y hagamos que sucedan buenas cosas para el prójimo. Él te ha dado su vida. Él te ha dado su Nombre. Él te ha dado sus riquezas. Él te ha hecho sentar en los lugares celestiales juntamente con Él. ¿Qué más quieres? Ocupa tu lugar de potestad, y reina y gobierna con Él. Jesús es un Rey, y produce reyes.
Jesús no quiere que te arrastres y mendigues en la vida; ni que pases tu vida rogándole. Por ello te lo ha dado todo.
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