GUARDIANES DEL CORAZÓN

“Por encima de todo, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).

La palabra ‘guarda’ que se usa en esta escritura es la misma que hallamos en Génesis 2:15: “Tomó, pues, Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”.

Este término implica hacerse cargo de algo a fin de protegerlo, y asegurar su integridad ante agresores externos.

Los pensamientos erróneos y negativos son enemigos de los que nos hemos de proteger continuamente. Recuerda que tus pensamientos controlan tu vida.

Esto implica claramente que no debemos dar lugar a pensamientos tóxicos, sino rechazarlos enérgicamente.

El adversario está continuamente bombardeando tu corazón con pensamientos negativos, que sugiere a través de tu mente. Ese es su empeño; pero tú has de prohibir los pensamientos malos, y rechazar y bloquear todas sus perversas instigaciones.

Dios no va a guardar tu corazón. La responsabilidad es tuya. Pero la buena noticia es que tienes todos los recursos que necesitas para ello.

 ¡Vístete de toda la ‘armadura de Dios’ (Efesios 6:11), y no te la quites nunca! Con esa armadura podrás echar fuera todo pensamiento o idea contraria que intente asaltar tu mente.

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