BAJO SU MORADA
“Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación” (Salmos 90:1).
A pesar de los problemas, las crisis y la propagación abrumadora del mal en todo el mundo, no tienes nada que temer, porque habitas en Cristo. Salmos 91:1 dice así: “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.” El Señor protege y cuida a su pueblo.
En Cristo, nunca estamos y nunca podremos estar en desventaja: somos vencedores y no víctimas. El Señor Jesús nos aseguró la paz y la seguridad en un mundo tempestuoso. Lee las palabras tan consoladoras del Maestro en Juan 16:33. Dijo así: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Él venció al mundo por ti, y te dio la victoria. Tienes dominio sobre Satanás, sobre las circunstancias y sobre el mundo. Independientemente de las crisis y tribulaciones del mundo, en Él tenemos paz, seguridad y protección (Juan 16:33).
Tu ubicación en el espíritu es Cristo; ese es tu lugar de residencia. Por lo tanto, estás bajo la sombra, es decir, la protección, de Dios Todopoderoso. El Apóstol Pablo, por el Espíritu, nos dice: “...si alguno está en Cristo, nueva criatura es...” (2 Corintios 5:17). Observa la frase subrayada, “en Cristo”, que nos muestra que Cristo es tu lugar de morada.
Cristo es una persona - el hombre Cristo Jesús; pero Cristo también es un lugar en Dios. Ten confianza; se valiente; niégate a temer. Tú moras en Cristo; por lo que estás protegido de todo daño, mal y destrucción. En Él, vives, te mueves y tienes tu ser. Él te dice: “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Salmos 91:7).
A pesar de los problemas, las crisis y la propagación abrumadora del mal en todo el mundo, no tienes nada que temer, porque habitas en Cristo. Salmos 91:1 dice así: “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.” El Señor protege y cuida a su pueblo.
En Cristo, nunca estamos y nunca podremos estar en desventaja: somos vencedores y no víctimas. El Señor Jesús nos aseguró la paz y la seguridad en un mundo tempestuoso. Lee las palabras tan consoladoras del Maestro en Juan 16:33. Dijo así: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Él venció al mundo por ti, y te dio la victoria. Tienes dominio sobre Satanás, sobre las circunstancias y sobre el mundo. Independientemente de las crisis y tribulaciones del mundo, en Él tenemos paz, seguridad y protección (Juan 16:33).
Tu ubicación en el espíritu es Cristo; ese es tu lugar de residencia. Por lo tanto, estás bajo la sombra, es decir, la protección, de Dios Todopoderoso. El Apóstol Pablo, por el Espíritu, nos dice: “...si alguno está en Cristo, nueva criatura es...” (2 Corintios 5:17). Observa la frase subrayada, “en Cristo”, que nos muestra que Cristo es tu lugar de morada.
Cristo es una persona - el hombre Cristo Jesús; pero Cristo también es un lugar en Dios. Ten confianza; se valiente; niégate a temer. Tú moras en Cristo; por lo que estás protegido de todo daño, mal y destrucción. En Él, vives, te mueves y tienes tu ser. Él te dice: “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Salmos 91:7).
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