TRANSFORMADORES DE ATMÓSFERAS
“Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu” (Gálatas 5:25).
Como hijos e hijas de Dios, no venimos y nos vamos de la presencia del Espíritu; pues vivimos en el Espíritu.
Aunque estás en este mundo, y tus sentidos físicos son bien conscientes del entorno natural que te rodea, debes de vivir siendo consciente de las realidades del Espíritu, y con la mentalidad de que eres participante de la naturaleza divina. Podrás ver las mismas cosas que ven los demás; pero tienes una interpretación y un entendimiento diferente de lo que ves.
La escritura de inicio nos manda que, si vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu. En otras palabras, que vivamos en coherencia con la realidad de que hemos nacido, y ahora vivimos, en el Espíritu. Vive con ese entendimiento y deja que esa mentalidad condicione tus circunstancias terrenales.
Por ejemplo, cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, la Biblia nos muestra los acompañó un especial ambiente: “De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche” (Éxodo 13:21 ).
Los acompañó una columna de nube por el día, y una columna de fuego por la noche. Ni el intenso frío nocturno, ni el fuerte calor diurno les afectaron; porque estaban envueltos en el especial ambiente del Espíritu Santo.
Hoy en día, los hijos de Dios vivimos también en el especial ambiente del Espíritu Santo – en Cristo. El Espíritu Santo vive en ti, y le llevas a todas partes. Puedes estar cruzando en medio de un desierto pero llevas su especial ambiente; su abrigo, su provisión,su esperanza, y el gozo del rio de agua viva que proviene de tú interior, lo que te hace singular.
Es por ello por lo que, cuando llegas a un lugar donde todos están tristes y deprimidos, todo cambia; porque llegas con un especial ambiente de gozo.
Podrá haber personas que están bajo la sombra de las tinieblas y el temor de noticias pesimistas; pero cuando tú llegas hay luz y victoria, pues eres la luz del mundo y transformas atmósferas!
Como hijos e hijas de Dios, no venimos y nos vamos de la presencia del Espíritu; pues vivimos en el Espíritu.
Aunque estás en este mundo, y tus sentidos físicos son bien conscientes del entorno natural que te rodea, debes de vivir siendo consciente de las realidades del Espíritu, y con la mentalidad de que eres participante de la naturaleza divina. Podrás ver las mismas cosas que ven los demás; pero tienes una interpretación y un entendimiento diferente de lo que ves.
La escritura de inicio nos manda que, si vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu. En otras palabras, que vivamos en coherencia con la realidad de que hemos nacido, y ahora vivimos, en el Espíritu. Vive con ese entendimiento y deja que esa mentalidad condicione tus circunstancias terrenales.
Por ejemplo, cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, la Biblia nos muestra los acompañó un especial ambiente: “De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche” (Éxodo 13:21 ).
Los acompañó una columna de nube por el día, y una columna de fuego por la noche. Ni el intenso frío nocturno, ni el fuerte calor diurno les afectaron; porque estaban envueltos en el especial ambiente del Espíritu Santo.
Hoy en día, los hijos de Dios vivimos también en el especial ambiente del Espíritu Santo – en Cristo. El Espíritu Santo vive en ti, y le llevas a todas partes. Puedes estar cruzando en medio de un desierto pero llevas su especial ambiente; su abrigo, su provisión,su esperanza, y el gozo del rio de agua viva que proviene de tú interior, lo que te hace singular.
Es por ello por lo que, cuando llegas a un lugar donde todos están tristes y deprimidos, todo cambia; porque llegas con un especial ambiente de gozo.
Podrá haber personas que están bajo la sombra de las tinieblas y el temor de noticias pesimistas; pero cuando tú llegas hay luz y victoria, pues eres la luz del mundo y transformas atmósferas!
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