DECIDO SER FELIZ
“Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17).
El espíritu humano que ha nacido de nuevo produce un gozo inagotable. Todo lo que hemos de hacer es decidirnos a ser felices.
Alguien que no está contento consigo mismo no puede ayudar a otros a ser felices. Ésta es una de las maneras de reconocer a las personas que están frustradas; les gusta contagiar su frustración. No vivas de esa manera.
Tienes una responsabilidad bien importante, que es la de ser feliz; especialmente si ejerces liderazgo. Dios espera que le des un buen ejemplo a las personas que dependen de ti.
Así pues, emana gozo. Sé feliz. En ese ambiente de gozo y alegría se puede lograr mucho más.
También debes estar consciente que en lo espiritual cuando nos sentimos inquietas, confundidos, tristes e incluso deprimidos es porque hay fuerzas de mandad que quieren robarte tu gozo. En ese momento declara “Renunció a todo espíritu que venga a robar mi gozo y en este momento cambio esta atmósfera a la del reino de los cielos”!
Cuando avivas el gozo desde tu espíritu, verás que, sean cuales sean las pruebas a las que te enfrentas, hay una inusual calma en tu espíritu. Ésta es la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, y que guarda tu corazón y tu mente en el Señor. (Filipenses 4:7). Puedes estar lleno de gozo las veinticuatro horas del día; y así ha de ser. Esa es la voluntad de Dios para tu vida.
En Juan 15:11 Jesús dijo: “Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto”. Dios te ha dado un gozo que es independiente de lo que pueda suceder a tu alrededor. Es un gozo que emana de tu espíritu y llena tu entorno.
Activa hoy ese gozo por medio de la Palabra y el Espíritu Santo. Cuando te enfrentes a dificultades, en lugar de preguntarte qué hacer y de desesperarte con el problema; declara: “¡Me niego a estar confundido, deprimido o inquieto! ¡Yo tengo la victoria, porque el más grande vive en mí! ¡Su gozo es mi fortaleza, y yo prevalezco gloriosamente en su Nombre! ¡Aleluya!
El espíritu humano que ha nacido de nuevo produce un gozo inagotable. Todo lo que hemos de hacer es decidirnos a ser felices.
Alguien que no está contento consigo mismo no puede ayudar a otros a ser felices. Ésta es una de las maneras de reconocer a las personas que están frustradas; les gusta contagiar su frustración. No vivas de esa manera.
Tienes una responsabilidad bien importante, que es la de ser feliz; especialmente si ejerces liderazgo. Dios espera que le des un buen ejemplo a las personas que dependen de ti.
Así pues, emana gozo. Sé feliz. En ese ambiente de gozo y alegría se puede lograr mucho más.
También debes estar consciente que en lo espiritual cuando nos sentimos inquietas, confundidos, tristes e incluso deprimidos es porque hay fuerzas de mandad que quieren robarte tu gozo. En ese momento declara “Renunció a todo espíritu que venga a robar mi gozo y en este momento cambio esta atmósfera a la del reino de los cielos”!
Cuando avivas el gozo desde tu espíritu, verás que, sean cuales sean las pruebas a las que te enfrentas, hay una inusual calma en tu espíritu. Ésta es la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, y que guarda tu corazón y tu mente en el Señor. (Filipenses 4:7). Puedes estar lleno de gozo las veinticuatro horas del día; y así ha de ser. Esa es la voluntad de Dios para tu vida.
En Juan 15:11 Jesús dijo: “Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto”. Dios te ha dado un gozo que es independiente de lo que pueda suceder a tu alrededor. Es un gozo que emana de tu espíritu y llena tu entorno.
Activa hoy ese gozo por medio de la Palabra y el Espíritu Santo. Cuando te enfrentes a dificultades, en lugar de preguntarte qué hacer y de desesperarte con el problema; declara: “¡Me niego a estar confundido, deprimido o inquieto! ¡Yo tengo la victoria, porque el más grande vive en mí! ¡Su gozo es mi fortaleza, y yo prevalezco gloriosamente en su Nombre! ¡Aleluya!
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