¡SÍ PUEDO!



“No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios” (2 Corintios 3:5).

La Palabra de Dios está viva, y es aplicable a nosotros hoy. Por lo tanto, puedes personalizar esa afirmación y decir: “Mi competencia es de Dios.

¡Esto significa que, que eres competente para hacer todo lo que Dios te ha llamado a hacer!

Si te asignan una tarea, o te propones emprender algo no digas: “No sé si podré o no podré hacerlo”. ¡Sí que puedes!

Por supuesto, por tus propias fuerzas, capacidad o ingenio humanos, podrás no ser capaz de hacerlo; pero por el poder del Espíritu Santo, ¡sí puedes!

Igual que el apóstol Pablo, todo lo puedes gracias a la competencia de Cristo que actúa en ti (Filipenses 4:13).

La capacidad sobrenatural del Espíritu actúa en ti. Por lo tanto, niégate a pensar que estás limitado por tu capacidad física; pues la realidad es que tus potenciales son ilimitados.

Recuerda las palabras del apóstol Pablo en Colosenses 1:29. Él era bien consciente del poder y de la potencia de Cristo que obraban en él; y, en consecuencia, afirmó: “Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”. Además, en Hechos 1:8, leemos las palabras de Jesús: “Pero recibirán poder, cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo...”

La palabra griega traducida aquí como ‘poder’ es “dunamis”, que comunica una capacidad dinámica para causar cambios. Se refiere al poder, la fuerza, la eficiencia, la capacidad de obrar milagros; esto es lo que recibiste cuando el Espíritu Santo vino a vivir en ti.

Así pues, puedes tener logros sobrenaturales por el poder del Espíritu de Dios!