SEMBRADOR DE ARMONÍA



“Las palabras suaves son un árbol de vida; la lengua engañosa destruye el espíritu.”
Proverbios 15:4

El propósito primordial de tu boca es dirigir tu vida en la dirección que Dios ha dispuesto para ti. El estado en el que te encuentras hoy, en mucho es determinado por lo que hemos hablado.

1 Pedro 3:10 dice: “El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño”. Así de simple. Si usas tu lengua de la manera correcta, podrás disfrutar una gran vida, llena de las bendiciones y misericordias de Dios. ¡Depende de lo que digas!

Habla palabras sanas, palabras que sean coherentes con tu naturaleza y herencia en Cristo. Sea cual sea la situación en la que te encuentres ahora, puedes recrear tu mundo. El Señor ya nos ha mostrado el camino a seguir.

Lee en Génesis 1 cómo, a través del poder de la palabra, Dios restauró el orden en un universo caótico. Esto pone de manifiesto lo que también nosotros podemos y debemos hacer con las palabras.

Has sido creado a imagen y conforme a la semejanza de Dios. Por ello, si piensas que hay algo tóxico en algún aspecto de tu vida, proclama la Palabra.

La Palabra de Dios es luz; y cuando la proclamas, la luz de Dios se manifiesta, así es que decide hablar bien de ti mismo primeramente y bendice a todos los que te rodean, devuelve bien por mal, porque eres un edificador y sembrador de armonia, no de discordia.

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